sábado, 8 de junio de 2013

Cómo hacer un bolso vaquero

     El post anterior era un pequeño homenaje a la cazadora vaquera y hoy vengo con un vestido... transformado en un bolso práctico, en el que caben un millón de cosas y puedes combinar fácilmente para salir por la tarde, para ir a la playa, a estudiar a la biblioteca... (lo digo porque es donde lo voy a estrenar yo, que ¡estamos en época de exámenes!).
     El vestido era enorme para mi, mi madre lo quería reciclar pero a mi se me ocurrió una mejor idea de reciclarlo. Aunque he de decidir que ella me ha ido dando ideas de cómo hacerlo y arreglarlo para se que se pareciera a un bolso.

     Utilicé la parte de la falda para hacer el bolso, ya que estaba adornada y me pareció que quedaría más original. Para hacer el fondo del bolso, recorté una pieza de cuero en forma ovalada, porque hay que tener en cuenta que al usar una pieza de un vestido, está marcada la cadera, y por tanto, no tiene un corte recto.


     Lo cosí al bajo de la falda, pero lo hice de forma simétrica. De modo que fui dando pequeñas puntadas primero en 4 puntos y luego en otros 4, dividiendo siempre la mitad el cuero y el largo del bajo. Cuando ya había cosido las 8 puntadas principales, fui cosiendo las dobleces de la tela según quería que me quedasen hacia un lado o hacia el otro. 

     El siguiente paso fue darle consistencia al fondo, para que cuando lo llene de cosas no se quede como un saco sin forma. Bien, como no tenía cartón, ni plástico rígido, me las apañé con una "baldosa" de plástico. Sí, lo que leéis... Son baldosas de cartón duro adhesivas, así que me vino genial. Se consiguen en Leroy Merlin, por si queréis tapar un suelo feo con algo barato y bastante resistente, jejeje. Bueno, mucho trabajo no tuve, recorte más o menos la forma del fondo y como ya dije, son adhesivas así que el trabajo de andar con el pegamento me lo ahorre.



      Lo siguiente fue rematar la parte de arriba. Así que, hice el dobladillo a lo que antes era la cadera de la falda y le di un poco de forma con unas pinzas, tanto en la parte de delante como en la de atrás (para que no quedase muy grande). Lo hilvané y lo cosí a máquina. Para adornarlo un poco, le cosí unas tiras del mismo cuero del fondo y luego pasé un lazo (que en realidad, es el bajo de una falda que sobraba y lo aproveché para esto).



     Ya para terminarlo, sólo me quedaba cerrarlo con una cremallera y ponerle el asa. Le puse dos cremalleras, a falta de una, en color beige. Para el asa, utilicé un cordón que lo lié un par de veces para que quedase más ancho y no se viera tan soso. El cordón lo cosí, finalmente, donde termina la cremallera, haciéndole un nudo por dentro para que no se desenrolle el cordón.


     Bueno, espero que les haya dado alguna idea útil y que les haya gustado.








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